miércoles, 16 de enero de 2008

MI ROSA DEL DESIERTO

Una mañana de julio, casi sin esperarlo llegaste a nuestra vida trayendo contigo la alegría.
Contabas con solo 6 años y una dulzura que inundaba cada rincón de nuestro hogar.
Durante tres años te quedaste a nuestro lado y pudimos ver como en ese tiempo te recuperaste de tu enfermedad, como aprendías un nuevo idioma, como disfrutabas en el colegio, en definitiva como aprendías un nuevo modo de vida.
Hiciste tus propios amigos, colándote en el corazón de todos aquellos que pasaban por tu vida.
Recuerdo con toda lucidez la primera vez que vistes una lavadora, una bañera, una cama o un teléfono móvil, tus ojos parecían dos estrellitas que iluminaban la vida de todos los que te tenían cerca.
Como olvidar tu alegría cada vez que te decíamos, ¡vamos a la playa!, ¡vamos a la piscina!, o simplemente ¡vamos a dar un paseo! , eras la niña más feliz del mundo.
Compartimos muchos momentos, tristes, alegres, en definitiva momentos increíbles que quedaran grabados por siempre en nuestra memoria, pues has llegado a la hermana que nunca tuve.
Hace ya tres años que te marchantes de nuestro lado, y solo podemos conformarnos con escucharte en la lejanía, cosa que cada vez se nos hace mas difícil.
Cuento el tiempo que me queda para volver a verte y tenerte cerca, y mientras solo puedo conformarme con saber que tú, mi niña musulmana, la de la piel morena, mi rosa del desierto, estará bien.

No hay comentarios: